lunes, 18 de marzo de 2013

A LA MEMORIA DEL ESCULTOR SEVILLANO ANTONIO PEREA


Este año cuando el domingo de Ramos, si el tiempo no lo impide, acudas a la capital para ver por sus calles el discurrir de las cofradías, cuando te encuentres con la zancada poderosa y acompasada del paso del Cristo de los Despojos fíjate en su cara, en su divino rostro:
 ¡Qué amargura!, ¡qué tristeza más infinita! Es, verdaderamente, un reo y lo que más me llamó la atención, es efectivamente,era un reo. "EL REY DE REOS"
 Esa talla fue esculpida por el artista sevillano Antonio Perea en la cárcel Sevilla donde fue recluido después de la toma de la capital andaluza por las tropas de Queipo de LLano en el 36.
Leer la vida de este escultor, me llevó a la conclusión, de lo injusta de la misma. Cómo este personaje puede estar en el olvido mientras otros que cometieron tropelías por no llamarla de otra manera camparon por sus anchas ante una Sevilla miedosa a la represión.  Ocultar las cosas solo hace más ancha la línea que  separa a unos de otros.
Pues en un acto de Memoría Histórica si así se puede llamar, quiero rendir hoy mi homenaje a este escultor, injustamente olvidado por todos. Escultor, que pienso que si fue capaz de tallar ese rostro, era imposible que cometiera ningún delito y solo la maldad y la envidia  de algunos hicieron de su vida un calvario.
 Su delito, asistir con agua y alimentos a sus amigos en las barricadas construidas en el barrio de San Marcos en lo que se llamó el "Moscú Sevillano" durante los primeros días de la guerra civil, pues la mayoría de ellos eran republicanos, aunque a él, a Antonio Perea no se le conocía ninguna filiación política
Pero las obras perduran en el tiempo y al paso de los años. Mientras algunos moran como reyes en algunas sepulturas, aunque últimamente casi a escondidas, ante los muchos que no quisieran verlo en sus templos, ANTONIO PEREA pervive cada Domingo de Ramos en Sevilla, y junto a ese rostro de dulzura y pena , junto a las heridas de su espalda de su obra cumbre, el también camina por Sevilla a pesar del paso del tiempo y como dice el refrán:  Dios termina poniendo a cada uno en su sitio.
A la memoria del Escultor Sevillano Antonio Perea.
(Las imágenes de este post pertenecen a la página web de la Hermandad de los Despojos de Sevilla.)