lunes, 25 de febrero de 2013

LA ROCAMBOLESCA HISTORIA DEL SANTO PREPUCIO




Según la Real Academia Española, la palabra “reliquia” que
deriva del latín reliquiae, se entiende como “el residuo que
queda de un todo, una parte del cuerpo de un santo o aquello que, por  haber tocado ese cuerpo, es digno de veneración”.







En otros contextos tan alejados de la religión como la tauromaquia, nos encontraremos la muleta de Manolete, o el cráneo de Islero (el toro que acabó con él). En el mundo militar podemos hallar la espada Tizona que empuñó el Cid Campeador o una de las lámparas de la galera “Sultana” capturada por Don Juan de Austria en la batalla de Lepanto (luego ofrecida a la Virgen de Guadalupe).
Y así seguiríamos por los diferentes campos en los que una figura alcanza tal carisma que sus pertenencias pasan a ser el recuerdo material al que apegarse tras la muerte de tal o cual celebridad.

En un momento de su larga historia, la Iglesia Católica necesitó de diversos artículos (reliquias) que sirvieran para derrotar a los escépticos que dudaban de las crónicas vaticanas y al mismo tiempo, sirvieran para ayudar al sostenimiento de las iglesias, catedrales, etc, de la época. Así fue como surgieron multitud de reliquias en todas partes. Estableciéndose una lucha o rivalidad entre comunidades católicas para ver quién tenía la reliquia más llamativa y milagrosa con el fin de que sus fondos económicos fueran en aumento.

lunes, 4 de febrero de 2013

CARACOL EL DEL BULTO, UN SEVILLANO CON GRACIA


Ya sabemos que Sevilla es una ciudad algo especial, dualista en su ser y alma, béticos y sevillistas, Joselito y Belmonte, Macarena y Triana,... Igualmente, muchas veces se conoce por la ciudad de la gracia, pero dentro de esta categoría, en nuestra ciudad habría que distinguir entre la gracia y el malaje o "esaborío", como en todos lados, y aquí en mayor gradación se da el tío que tiene gracia y el gracioso, este último un tío malaje y esaborio, aquel que se da de gracioso siendo más malaje que nadie.
 Lo que no cabe duda es que en la historia de nuestra ciudad han  existido personajes públicos con un "ángel especial", quien no recuerda a Vicente el del Canasto,  Antonito Procesiones, Laureano el enano de la Macarena  que trabajaba en el ayuntamiento y un largo etc.
El post de hoy va dedicado a un personaje muy especial que nació en Sevilla y murió en los años sesenta, me refiero a Caracol "el del bulto", padre del célebre cantaor Manolo Caracol.
Caracol el del bulto era un sevillano de la Alameda, cantaor de flamenco sin llegar al nivel de su hijo. Durante su existencia fue mozo de espadas de sus primos Rafael el Gallo y Joselito el Gallo, un personaje con un ángel especial y cuya vida está llena de anécdotas y curiosidades.
Repasemos algunas de ellas.