El ya fallecido literato Torrente Ballester, premio Cervantes y principe de Asturias de las letras decía sobre el habla andaluza: "Los andaluces son los que mejor hablan el castellano, con independencia de su pronunciación. La riquezaléxica y sintáctica de los andaluces es extraordinaria.Es el suyo el arte de burlarse de la gramática para que la frase sea más expresiva".
Hace unos días, durante la pasada Semana Santa, tuve la suerte de volver a ver, después de muchos años, a un amigo, compañero de la cuadrilla de costaleros, el cual me saludó con un "illo estas más perdio que el barco del arroz" cuando el que en realidad el que estaba perdio era él pues hace años que no vive en La Algaba.
A los pocos días me acorde de aquel afectuoso saludo y en aquella expresión "estás más perdio que el barco del arroz", ¿cual sería su origen? Así que raudo y veloz me pude a "bichear por internet" y.......
“Estar más perdido que el barco del arroz” es una expresión
andaluza (“Tá má perdio quer barco larró“) que puede significar varias cosas
dependiendo del contexto de lo que se está hablando:
- Si se está hablando
de un persona quiere decir que está completamente despistado y no se entera de
nada.
- Si se refiere a un objeto es que ese objeto se ha perdido
de manera extraña y se duda de que vuelva a aparecer
Casi todas las fuentes indican que la expresión surgió en
Cádiz motivada por la pérdida de un
barco Argentino (“El Alcatraz”) que tenía que atracar en Tarifa cargado de
ayuda humanitaria, más concretamente arroz. Ese barco nunca llegóa su destino,
Esto vino a ocurrir en la década de 1940, durante la época que el General Perón ayudó a una España donde la escasez era lo común en los duros años de la postguerra.
Diez años más tarde ( 1950), otro barco cargado de arroz
(“El vapor de Cádiz), soltó accidentalmente las amarras que le tenía sujeto al
puerto de Cádiz por motivo de un temporal y el barco acabó partiéndose en dos.
Cuarenta años más tarde (1980) una recolecta de arroz
realizada en Sevilla parte con destino a Etiopía, no se tuvo constancia de la
llega del puerto al destino.
En 1994, un barco Chipriota en su curso por El Guadalquivir
con destino a Sevilla queda varado y se le abren vías de agua que “inflan” el
arroz y parten el barco en dos.