Hoy en día el revisionismo histórico, tan de moda, de una parte y de otra dentro de la amalgama ideológica, en su afán de confirmar sus tesis de cualquier forma, entierra hasta contrastados estudios que son desfavorables a sus tesis.
Bien conocidos es el caso de la Generalitad de Catalunya que en su afán de falsear la historia nos habla incluso de un supuesto Reino Catalán cuando todos sabemos y está constratado históricamente que no pasó de ser un condado aragonés.
No se queda atrás el manido RH negativos de los vascos, desenfreno proveniente de un señor que padecía la enfermedad de Adisson y que sabemos los problemas psicológicos que causaba al no tener tratamiento.
Sabino Arana padre del nacionalismo vasco
Este afán del nacionalismo de construir hechos históricos falsos les hace enterrar estudios que hoy en día están demostrados, pero claro hay que enterrarlos pues de lo contrario tirarían por tierra sus alucinaciones históricas.
Como ejemplo, la poca difusión del siguiente estudio llevado a cabo por prestigiosos investigadores y que aclara mucho sobre el manido RH vasco y el origen del eusquera.
La lingüística refrenda lo que ha probado la ciencia, con un
estudio genético que emparenta a vascos con bereberes en su origen. Aparecerá
un diccionario con miles de palabras similares en eusquera y en bereber
"La genómica complementa a la historia clásica oficial
y a veces puede cambiarla por completo".
Esta es la conclusión a la que han llegado dos
investigadores españoles, Antonio Arnáiz, catedrático de Inmunología de la
Universidad Complutense y jefe de Inmunología del Hospital 12 de Octubre, de
Madrid, y el historiador Jorge Alonso García, autores conjuntamente de un
ambicioso estudio genético-lingüístico que emparenta estrechamente a los
pueblos bereberes y a los vascos en su origen.
Este estudio científico ha recibido el respaldo de
publicaciones tan prestigiosas como Human Inmunology, Human Genetics y
Scientific American, avalando las investigaciones realizadas por los investigadores
españoles en el campo de la genética.
Se utilizaron 176 españoles de Madrid, 82 vascos de San
Sebastián y 108 argelinos, sometidos a complejas pruebas de frecuencias y
distancias genéticas que dieron como resultado, no sólo el estrecho emparentamiento
de españoles y vascos ( se seleccionaron individuos que tenían hasta ocho
apellidos vascos) con los pueblos del Norte de África, distanciándolos de
italianos, sardos, franceses, alemanes, orientales y negros africanos
(bosquimanos).
También se ha derribado científicamente, por ejemplo, el
mito de la distinción de los vascos basada en los grupos sanguíneos con
frecuencia alta de Rh negativo y baja frecuencia del grupo BÐ que estableciera
el científico inglés Arthur Mourant en 1947.
El estudio del doctor Arnáiz y su equipo demuestra que la
alta frecuencia de Rh negativo es una característica (O,44, en vascos) también
de habitantes de Algeciras( por citar una población española), y de otros
pueblos como portugueses, franceses, ingleses, irlandeses, etc.
La lingüística refrenda ahora la evidencia científica con la
elaboración de un diccionario ibérico-vasco y español, que abre nuevas pistas
también sobre el origen africano del eusquera.
Este trabajo, realizado durante años, por el historiador
Jorge Alonso, en colaboración con el grupo del doctor Arnáiz, también ha
mantenido constantes discusiones.
Prestigiosos lingüistas como Humbolt y Michelena mantuvieron
siempre que los vascohablantes constituían un residuo de población que se
separa del ibero inicial.
Y filólogos como Solano Peña consideraban al eusquera una
lengua hamítica. Estas dos teorías no están alejadas de la pista africana, pero
tampoco falta la teoría caucásica, aunque el estudio genético derriba
definitivamente al apuntar similitudes genéticas entre varias poblaciones
europeas.
Algunos prestigiosos investigadores actuales, como el
biólogo Francisco Ayala y el antropólogo Camilo José Cela Conde, autores de
"Senderos de la evolución humana", señalan la lengua vasca como la
más distintiva de las lenguas europeas, no relacionado con ninguna de las
familias de los idiomas existentes en el mundo.
"Los vascos que hablan eusquera", dice Jorge
Alonso, "destacan como muy significativo que palabras que se encuentran en
los jeroglíficos de las pirámides de Egipto y en el habla de los tuaregs (
bereberes saharianos) puedan escucharse diariamente en el habla de cualquier
vasco, como nikk (ninik, yo), akir ( aker, macho cabrío), aña ( ania, anai,
hermano), aste ( asto, burro), etc.
Durante mi estancia en la región argelina de Constantina,
oyendo las conversaciones bereberes de los zocos de ganado creía estar en un
mercado de Navarra o de Guipúzcoa. Pese a la devastadora influencia del, árabe
sobre el bereber, el nervio de este lengua ha resistido toda clase de
ataques".
Alonso indica miles de similitudes en palabras de uso
corriente entre los bereberes, por ejempo: las tierras de regadío para los
bereberes son las "urti" y las de secano "iger".
"Basta con mirar cualquier diccionario de eusquera de
bolsillo" indica Alonso, " para comprobar que estas dos palabras
básicas y antagónicas, como agua y secano, se corresponden con sus iguales
vascas: "urtsu" ( acuoso) e "igar" ( seco) y así hasta
miles".
También encontró Alonso miles de similitudes en palabras básicas
del ibero y el vasco, de uso cotidiano, que considera fruto de un proceso de
estas lenguas, lo que le ha permitido traducir más de 3000 textos ibéricos a
través del eusquera.
El resultado será la publicación en breve del
"Diccionario ibérico-vasco y español", que según su autor contribuirá
a traducir la Historia de una manera más cercana, como una herramienta de
entonces.
"Realmente",dice, "la Historia del mundo está
por traducir y muchos se quedarán pasmados con lo que se puede ir
descifrando".
La pista africana, tanto en la genética como en la arqueo-lingüística,
se basa en los bruscos CAMBIOS CLIMÁTICOS que debió de sufrir el Sahara, una
zona verde y húmeda, unos 6.000 años antes de Cristo, que comportó emigraciones
importantes de población, como los blancos del Norte de África, los hamitas,
uno de cuyos grupos étnicos son los bereberes.
Estos se vieron problablemente forzados a trasladarse a
tierras más benignas de la Penísula Ibérica, Canarias y otras zonas del
Mediterráneo y Oriente Medio, emparentándose con estos pueblos.
La analogía onomástica vasco-bereber es enorme y se extiende
también a otras zonas ibericas. He aquí una muestra entre miles.
Aures: montañas de Argelia. Aurer: vaca silvestre.
Arruit: monte de Marruecos. Arruiz: pueblo navarro.
Atua: lugar del Sahara libio. Atua: el rebaño
Aras: río rifeño. Aras: municipio navarro
Ata: arroyo de Argelia. Ata: puerta
Arum: montañas marroqu’es. Arun: camino pedregoso.
Baserri: población tunecina. Bas-erri: población.
Basur: lugar del Sahara egipcio. Bas-ur: barro-aguas.
Gara: región del Atlas. Gara: elevado.
Elusa: pueblo tunecino. Elutxa: hondonada pequeña.
Iser: tribu argelina. Iser: lleno de savia.
Igur: tribu marroquí. Iguria: muinicipio vizcaíno
Isser: río argelino. Isser: estrella.
Kuba: mausoleo. Kuba: cuna, nicho
Maira: pantano marroquí. Maira: artesa.
Nekkor: río del Riff. Nekor: tardo, rudo.
Onga: lugar de Túnez. Onga: medida de granos
Seggur: río argelino. Segur: lugar seguro.
Tala: población tunecina: Tala: lleno de agua.
Urgama: lugar marroquí. Urgan: agua corriente.
Uar: riachuelo marroquí. Uar: riachuelo.
Uger: oasis del Shara. Ugar: lugar de Navarra.
Zaura: río de Marruecos. Zaure: vara o mimbres.
Zuazo: población argelina,. Zuazo: localidad de Vitoria.
Zouza: montaña de Túnez. Zuazu: aldea de Alava.
Zouarin: poblado de Túnez. Zuriarin: lugar de Navarra.
Zuar: región del Sahara. Zuar: olmo.