sábado, 26 de mayo de 2012

EL FARO COMUNISTA

Santa María de Corrubedo es una de las nueve parroquias que forman el concello (ayuntamiento) coruñés de Santa Eugenia de Ribeira. Situada en la península de Barbanza en su zona más occidental ya pegada al mar Atlántico. Famosa por el complejo dunar más impresionante de Europa, aunque a decir verdad,  la realidad es que las famosas Dunas de Corrubedo pertenecen a la parroquia colindante de Santa María de Olveira y por la parte que me pertenece, pues esa es la parroquia donde nació mi querido y difunto padre tengo que reivindicar su pertenencia, pues al mismo tiempo, yo que soy algabeño tengo parte de mi corazón en esa lejana tierra.

Pero a lo que ibamos. Corrubedo o Cabo Verde, nombre geográfico con que también se conoce, aunque personalmente, en dicho lugar nunca vi a nadie mencionar este último nombre, existe un faro que tiene una interesante y peculiar historia.

El Faro de Corrubedo terminó de levantarse en 1853, y fue construido por el ingeniero Celedonio Uribe, autor de numerosas obras y reformas urbanísticas llevadas a cabo en Riveira en la segunda mitad del s. XIX.
En un enclave privilegiado como puede verse en las fotografías. Su torre es de seccíon troncocónica arrancando  del interior del inmueble y soporta un equipo luminoso con un foco a 14 metros de altura sobre el terreno y a 32 sobre el nivel medio del mar. Destaca la escalera de caracol realizada en la forja de Sargadelos.


Preciosa vista de la carretera que va desde Corrubedo hasta el Faro. ¡Y no es pasión de hijo!


lunes, 14 de mayo de 2012

QUIEN SE FUE DE SEVILLA PERDIÓ LA SILLA

Qué duda cabe que el castellano es uno de los idiomas más ricos en su vocabulario y en la gran variedad de expresiones. Expresiones que todos utilizamos pero que en la mayoría de las ocasiones no sabemos de dónde provienen.

Este es el caso de la popular expresión "quien se fue de Sevilla perdió la silla". En primer lugar, comentar que la expresión es tal como la he escrito  y no "el que fue a Sevilla perdió la silla" como popularmente nos ha llegado hasta nuestros dias.
 La expresión proviene del siglo XV, surgida del enfrentamiento entre los prelados Fonseca el Viejo y su sobrino Fonseca el Mozo.

Fonseca el Mozo era un prelado español nacido en Toro (Zamora) en 1422 y muerto probablemente en Osma en diciembre de 1505. Era sobrino de Alonso de Fonseca el Viejo y, al igual que éste, tuvo una destacada participación en los asuntos políticos y religiosos del Cuatrocientos castellano.